Hija de un padre heroinómano y una madre adicta al crack a la que cuidaba desde que, siendo ella una niña, perdió la movilidad en un brazo y la vista en un ojo en un accidente de automóvil. Su padre, que abandonó a la madre cuando Jade tenía dos años, pasó cuatro años en la cárcel y murió de sobredosis en 2005, cuando sólo tenía 42 años. "No tuve mucho tiempo para ir a la escuela", explica ella.
Para calmar los ánimos y dar una mejor imagen en televisión, Jade Goody aceptó en 2008 participar en la versión india de este programa que tantos disgustos la había provocado. Y fue allí, en directo, cuando recibió el mayor de su vida. La comunicaron en el confesionario que tenía cáncer cervical, detectado gracias a unas pruebas realizadas en Londres ante de su entrada en la casa.
Este es el momento en el que recibe la noticia a la vez que el resto de los televidentes:
Abandona Bombay rumbo a Londres para ser tratada rápidamente. Allí le dan la noticia de que es una cáncer de cuello de útero tan avanzado que ya era incurable. En este momento, la gran hermana podría haber hecho dos cosas: irse a su casa con su familia y pasar sus últimos meses con ellos o, por el contrario, seguir tirando de la cuerda de los medios. Y Jade Goody optó por lo segundo.
Con la premisa de “quiero dejarles todo el dinero posible a mis hijos para cuando yo no esté” convirtió sus últimos meses de vida en todo un Gran Hermano real. Aunque desde su salida de Big Brother en Londres sus apariciones en televisión habían sido incesantes, sin duda, una mujer a la que le gustaba salir en los medios:
2002: Big Brother
2003: Celebrity Driving School
2003: Wife Swap
2004: Back to Reality
2005-2006: Richard & Judy (7 emisiones)
2005: Jade’s Salon (7 emisiones)
2006: Just Jade (8 emisiones)
2006: Jade’s Shape Challenge
2006: The Friday Night Project
2006: Jade’s PA
2007: Celebrity Big Brother
"Es increíble cómo la vida es tan impredecible y encuentra la vía para distraerte de tus planes. Mis oraciones están con Jade y su familia en esta hora, cuando se enfrentan a la mayor prueba de su vida", dijo Shilpa Shetty, presentadora del concurso, con quien Goody había tenido enfrentamientos racistas en el Gran Hermano anterior.
A partir de su salida del programa su vida se convirtió en un espectáculo ante las cámaras. Y la pregunta que nos viene a la cabeza es: “¿Por qué arriesgar tus últimos meses de vida para pasar más tiempo en platós de televisión que con tus hijos?” Y Jade Goody nos contestaría “Para que cuando yo me muera ellos tengan dinero”. Y es que esta mujer ha vendido su enfermedad, su boda, su bautizo y el de sus hijos, su muerte… su vida. Así, el pasado 21 de febrero contrajo matrimonio con Jack Tweed, seis años menor que ella y pendiente de una sentencia judicial por agredir a un taxista, obteniendo alrededor de un millón de euros por la exclusiva de la boda. Apenas dos semanas después, el 7 de marzo, decidió cristianizarse en una ceremonia de bautismo en la que incluyó a sus hijos, fruto de una relación con el presentador de televisión Jeff Brazier. Puesto que los médicos desaconsejaron su salida del hospital Royal Marsden de Londres, la ceremonia se realizó en el mismo centro sanitario, lo que no impidió su comercialización en los medios.
Todo eso ha despertado la verdadera realidad del circo mediático actual. Los medios son capaces de comprar cualquier historia si saben que va a tener audiencia, son capaces de comprarle la vida a una mujer, y su muerte.
Muchos la califican de una inculta y hortera que ha salido de la miseria gracias a la telebasura, y es que esta mujer gracias a su tragedia ha conseguido movilizar al gobierno, que se disparen las revisiones por cáncer de cuello de útero y la evidencia de que los medios son buitres sedientos de sangre.
"Sí, la gente dirá que hago todo esto por dinero. Y tienen razón. Pero no lo hago para comprar coches de lujo o grandes casas. Lo hago por el futuro de mis hijos, por si yo falto. No quiero que mis hijos tengan la misma infancia miserable, plagada de drogas y marcada por la pobreza que tuve yo", declaró en enero de 2009 al diario dominical News of The World en una larga y emocionante entrevista en la que se incluyen fotografías en la que se muestra hermosa y sonriente, exhibiendo con orgullo y tristeza la calva que le ha dejado el tratamiento de quimioterapia.
La educación de sus hijos era lo más importante para ella. Por lo que los cuatro millones de euros que ha conseguido recaudar antes de su muerte ya lo han asegurado. Los niños, Bobby, de cinco años y Freddy, de cuatro, vivirán con su padre, el ex marido de Jade, Jeff Brazier, con quien se han estado quedando los últimos días, ya que hasta el último momento de su vida, la mediática Goody pidió expresamente a su madre que no la vieran morir.
El funeral tuvo lugar el pasado 4 de abril en Essex. Ella lo había dejado todo planeado antes de su muerte. Un gran cortejo de personas acompañó a esta estrella de la tele realidad en su funeral.
"La familia y los amigos querríamos tener intimidad al fin", pidió su madre. Una petición que quizá llegue demasiado tarde.